La venta de productos de limpieza en Sevilla es un habitual. Son muchas las personas que buscan los mejores productos para darle a su hogar la limpieza que necesita. A la hora de mantener una casa limpia y ordenada aparecen toda una serie de problemas.
Debemos de tener en cuenta en todo momento que nuestros ritmos de vida cambian en función del clima. Pero se mantienen una serie de rutinas en nuestra casa. Solemos cambiar formas exteriores, pero manteniendo acciones básicas.
Habrá que enfocar la rutina de limpieza del hogar como algo pacífico y que forma parte de nuestro día a día. Las rutinas diarias son un trabajo imprescindible cuando queremos mantener nuestra casa en las mejores condiciones.
Con el tiempo debes de establecer un sistema de organización de las acciones para poder crear tu propio calendario de acciones y mantener en todo momento tu hogar limpio. No todos los días deberás de limpiar los cristales o el polvo, por ejemplo. Dividir acciones a lo largo del mes o la semana hará que este trabajo no te parezca tan pesado.
Cuidado al mezclar productos
Uno de los aspectos que debes tener siempre en cuenta es que al mezclar productos para la limpieza deberás de hacerlo con cuidado si no quieres crear situaciones de riesgo. Algunos es cierto que pueden mezclarse, pero lo cierto es que otro hay que utilizarlos siempre en solitario.
Habrá que tener en cuenta que si está a nuestro alcance en el supermercado es porque puede utilizarse. El peligro viene en la forma en la que se usa, las concentraciones que se utilizan, las proporciones que se añaden… Una mezcla inadecuada de productos puede llevar a un mal resultado.
Mezclar lejía y amoniaco
Esta mezcla es de la que más accidentes domésticos genera. Para utilizarlos de forma conjunta habrá que hacerlo siguiendo directrices determinadas. Son dos productos que se utilizan de forma diaria en los hogares para la limpieza debido a que desinfectan y limpian en gran medida. Pero para utilizarlos hay que seguir una serie de normas:
- No mezcla lejía con amoniaco. Es peligroso y puede resultar incluso mortal.
- Hay que tener mucha precaución cuando se usan de forma conjunta.
- Debes de mantenerlos en todo momento dentro de su envase original.
- Evita respirar los vapores que salen de ellos.
- Conviene utilizarlos siempre diluidos en agua. Cuando los utilices sin diluir debes de tener mucha más precaución.
La mezcla de ambos productos es de lo más peligrosa. Sin embargo, muchas personas siguen sin seguir los consejos por parte de los profesionales.
Uso de la lejía
La lejía debe utilizarse siempre con agua fría y evitando en todo momento que entre en contacto con la piel. Deberás de usar guantes y mantener la estancia con las ventajas y puertas abiertas. La lejía nunca debe de calentarse dado que desprende una serie de vapores que pueden ser perjudiciales para las vías respiratorias.
La lejía puede mezclarse con:
- Agua.
- Jabón líquido neutro.
- Detergente líquido neutro de la lavadora.
En ningún caso debes de mezclar la lejía con:
- Amoniaco.
- Vinagre.
- Ácido cítrico.
- Alcohol.
- Agua oxigenada.
- Carbonato.
- Bicarbonato.
- Limpiadores multiusos.
- Ácidos.
- Desinfectantes.
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