Existe toda una serie de beneficios que aporta el hecho de vivir en una residencia para ancianos. Puede ayudarle a cubrir todas sus necesidades y mejorar su calidad de vida. Son muchas las situaciones que pueden hacer que necesites mudarte a una residencia, entre ella el hecho de que no tengas suficientes recursos para seguir con tu día a día o que hayas perdido capacidades. Cuando tus parientes cercanos no pueden ocuparse de tus tareas cotidianas es de lo más común que necesites otro tipo de ayuda.
Entre las principales ventajas que podemos encontrar para mudarnos a una residencia para ancianos están:
- Atención médica en todo momento. Cuenta con personal médico que podrá atenderte durante las 24 horas del día. Controlarán tu estado de salud de forma continuada y realizarán planes de cuidados para los residentes del centro en el que te encuentres.
- Cuidado e higiene personal. Estos lugares cuentan con medidas para que los usuarios permanezcan siempre en óptimas condiciones. Están adaptados para que puedan seguir aseándose sin problemas o contar con ayuda en el caso de que sea necesario.
- Envejecimiento activo y saludable. Dispone de diferentes tipos de programas para mantener mejor el estado físico y mental de sus residentes. De esta forma podrán mejorar la autonomía, trabajar su capacidad mental o prevenir la demencia entre otros. El objetivo es que se diviertan y mantengan siempre activos.
- Mayor sociabilización. Convivirán con personas de su mismo rango de edad, compartiendo actividades y momentos. Reciben visitas familiares y de amigos, como si estuvieran en casa. Todo ello hará que tengan gran cantidad de vida social.
Los centros como CER Espartinas cuentan con unas fantásticas instalaciones para que los usuarios puedan realizar todo tipo de actividades. En ellas podrán disfrutar del gimnasio, piscina, servicio de peluquería o biblioteca, entre otros. El objetivo es seguir disfrutando de la tercera edad.